jueves, 12 de abril de 2007

anatomia de los insectos ¿por : joan silva ?

El cuerpo de los insectos está formado por tres regiones principales (llamadas tagmas) con funciones claramente diferenciadas. La cabeza contiene los órganos sensoriales: las antenas, de diverso tipo pero siempre dos; y los ojos, que pueden ser simples, denominados ocelos y normalmente tres; o compuestos por varios o muchos ocelos: 7 en ciertas hormigas, 4.000 en mosquitos y 12.000 en mariposas. También en la cabeza está el aparato bucal, sea masticador (el más primitivo), picador-chupador (mosquitos, chinches, piojos), lamedor (abejas) tipo esponja (moscas), tipo sifón o espiritrompa (mariposas), etcétera. El segundo tagma, el tórax, es el centro de la locomoción, porque lleva las seis patas (cada una articulada en varios segmentos) y las dos o cuatro alas, a veces útiles y a veces no. Cuando esas alas están algo más endurecidas que en otros grupos, se llaman tegminas. Tegminas tienen los grillos, las langostas, las cucarachas. Cuando las alas están totalmente endurecidas, quitinizadas, se denominan élitros, y quienes los portan son los escarabajos. El abdomen, finalmente, es el centro de la reproducción. Los insectos presentan sexos separados y muy diferenciados morfológicamente. En su gran mayoría son ovíparos; vale decir, se reproducen mediante los huevos que ponen sus hembras.

Sistemas y Aparatos El sistema nervioso principal de los insectos está formado por una sucesión de ganglios: los cinco primeros forman su “cerebro”. Pero también cuentan con el sistema estomogástrico que controla los movimientos del sistema digestivo y circulatorio; y con el sistema periférico que desempeña funciones sensoriales. Los insectos respiran por tráqueas, que se comunican con el exterior a través de unos orificios llamados espiráculos. En general, su respiración es pasiva, y no deben hacer movimientos especiales (como los humanos) para incorporar oxígeno a su organismo. Su sistema circulatorio es abierto, y su corazón es una suerte de tubo o cilindro hueco. El aparato digestivo está formado por un canal alimenticio de longitud variable.
Metamorfosis
Se denomina metamorfosis al conjunto de transformaciones externas e internas que sufre el insecto desde el huevo al estado adulto. Los que tienen una metamorfosis muy simple, porque ya nacen con aspecto de adulto, se denominan ametábolos. Por ejemplo, los tisanuros o pescaditos de plata. Los insectos de metamorfosis incompleta o hemimetábolos se caracterizan porque en sus estados juveniles son ninfas. Una ninfa es casi siempre bastante parecida al estado adulto –llamado imago-. Por ejemplo, ya tiene ojos del tipo de los adultos y no ocelos como las larvas; ya tiene verdaderas patas; ya tiene esbozos de alas. Este tipo de desarrollo muestran las chinches, las langostas, los pulgones... Por último, los de metamorfosis completa (holometábolos) pasan por varias etapas. En estado larval son muy diferentes de los adultos: no tienen ojos compuestos, ni patas, ni esbozos de alas. En el camino hacia su estado adulto cambian su cutícula (la delicada piel que los recubre) entre una y 23 veces según la especie. Después de la etapa larval, sucede la pupación: el insecto construye un capullo o elemento similar y dentro de él sufre cambios profundos, hasta que un día sale ya transformado en adulto. El ejemplo más conocido es la mariposa que surge del gusano de seda.